En Ancares podemos encontrar cuatro especies de zorzales: zorzal común (Turdus philomelos), zorzal charlo (turdus vicivorus), zorzal alirrojo (Turdus iliacus) y mirlo (Turdus merula). Tres de ellas (zorzal común, zorzal charlo y mirlo) son residentes; es decir, crían e invernan en Ancares, mientras que el zorzal alirrojo sólo lo podremos ver en época de paso o en invierno. Aún así, las cuatro son especies migratorias, por lo que en invierno las poblaciones se ven aumentadas por la llegada de individuos de países norteños.
El más conocido y más notorio de los cuatro es el mirlo, sin duda alguna, por ser la especie que aparece en un número mayor de hábitats y por ser además la de comportamiento más ostentible y ruidoso. El mirlo es un pájaro de unos 20-110 gramos de peso, de color oscuro uniforme sin ningún tipo de patrón. Los machos son de un negro azabache, y tienen el pico y el anillo ocular de color amarillo. Este amarillo se vuelve más fuerte en la época reproductora, por lo que el contraste general se intensifica y el pájaro se vuelve más llamativo. La hembra es fácil de distinguir del macho por su color más apagado. De hecho, el plumaje de la hembra es pardo oscuro uniforme y el pico y anillo ocular, aunque con tendencias al amarillo, son de color apagado. En Ancares encontramos la subespecie Turdus merula merula, que se distribuye por toda la península.
Como ya se ha comentado, el mirlo es un ave ruidosa, que emite multitud de reclamos y chillidos fácilmente reconocibles durante todo el día. Su canto, sin embargo, es suave y aflautado y contrasta con lo rudo de sus reclamos, podría incluso prestarse a confusión. Sin embargo, si miramos alrededor enseguida veremos al mirlo subido en algún lugar alto y visible cantando al anochecer. Cuando anda por el suelo lo hace a saltos cortos y es común verlo en zonas de hierba cazando lombrices de tierra. Se alimenta de insectos, lombrices y otros invertebrados y acostumbra a incluir en su dieta gran cantidad y variedad de frutos silvestres. De hecho, se podría afirmar que es el pájaro más frugívoro de Galicia, ya que consume frutos durante todo el año.
El zorzal charlo (Turdus viscivorus) es el más grande de nuestros zorzales, con un peso de unos 110-140 gramos y tiene la parte superior del cuerpo pardo grisácea, la parte interior de las alas blancas y el pecho profusamente moteado, llegándole este moteado hasta los flancos. Son estas características y su mayor tamaño los que lo distinguen de los otros dos zorzales.
Aunque sus hábitos de vida se asemejen mucho a los del mirlo, es de comportamiento mucho más esquivo y prudente. Su presencia se encuentra más ligada a medios con una mayor cubierta arbórea y es también un gran consumidor de frutos silvestres, aunque en esta especie el consumo parece limitarse más al otoño e invierno. De hecho, el zorzal charlo presenta un comportamiento típico de esta especie de defensa de árboles con gran cantidad de frutos. Durante períodos de mal tiempo el zorzal charlo a menudo selecciona un árbol con abundantes frutos y expulsa a cualquier ave frugívora del mismo, pudiendo mantener esta actitud durante muchos días.
El zorzal común, de aspecto similar al charlo pero de menor tamaño, se distingue bien de éste, porque presenta la parte inferior del ala de color rojizo pálido, bien visible en vuelo. El canto es muy similar al del mirlo, pero presenta la característica de que rrepite cada estrofa varias veces.
Es común verlo comiendo en el suelo de prados y herbazales junto a manchas arboladas y se caracteriza porque consume gran cantidad de caracoles, que rompe golpeándolos contra una piedra. Este comportamiento también puede aparecer en otros zorzales, sobre todo en el alirrojo. Es también una especie muy frugívora, pero al igual que el charlo, sólo consume frutos en cantidad en la época otoñal e invernal.
El zorzal alirrojo es el menor de los zorzales gallegos, ya que sólo pesa 60 u 80 gramos. Es de aspecto similar al zorzal común, pero se puede distinguir porque presenta una especie de ceja de color crema y el color pardo rojizo de la parte inferior del ala es intenso y más extendido, ya que también aparece en el flanco y puede llegar a verse con el ala plegada.