El aspecto del zorro es inconfundible casi para cualquiera debido, fundamentalmente, a su larga y poblada cola, a su afilado hocico y a sus largas orejas. El pelaje es de color marrón, variando de grisáceo a rojizo, con tonalidades amarillentas en la zona de la barbilla. El zorro tiene una longitud de entre 95 y 130 centímetros y un peso que oscila entre los 6 y 10 quilogramos. No presenta dimorfismo sexual, por lo que en el campo no se podrá distinguir machos de hembras. Las huellas son similares a las de un perro pero más alargadas.
El zorro es la otra especie de los cánidos que podemos encontrar en la península. Esta especie presenta tres subespecies en la Península Ibérica: Vulpes vulpes silaceus, Vulpes vulpes crucigera y Vulpes vulpes vulpes. Vulpes vulpes silaceus es una subespecie endémica de la península, por lo que sólo la podremos encontrar en este territorio. Podemos distinguirla de las otras dos porque tiene tres colores en el pelaje, con tonos grises, rojizos y amarillentos. Aunque no se conocen los límites geográficos de aparición de las tres subespecies parece ser que ésta es la subespecie que podemos encontrar en Galicia, y por lo tanto en Ancares.
El zorro es un carnívoro distribuido por toda la Península Ibérica de forma común y que se encuentra presente en casi todos los medios. Esta extraordinaria capacidad de adaptación es también la responsable del buen estado de conservación de la especie, que se puede afirmar que tiene poblaciones en general abundantes, a pesar de la persecución de que ha sido objeto por parte del hombre.
El zorro rojo aparece virtualmente en todo tipo de hábitats, aunque preferentemente busca cobijo en áreas de vegetación arbórea o arbustiva, especialmente para la cría. Cuando llega la época de celo, entre diciembre y enero, se pueden escuchar sus agudos aullidos, especialmente las noches de luna llena. Tras el apareamiento la pareja busca una madriguera en la que dar a luz y cuidar la camada. A menudo utilizan madrigueras abandonadas de tejón, pero también pueden excavarla. Las crías nacerán hacia el comienzo de la primavera en número variable de dos a nueve.
El zorro es un predador oportunista, lo que significa que caza todo lo que está a su alcance. En general los micromamíferos (ratones, ratas, musgaños, musarañas, topillos…) son las piezas más comunes de este predador, siendo las aves más raras. También puede consumir grandes cantidades de insectos. Pero el zorro es algo más que un predador oportunista, ya que su dieta otoñal e invernal incluye gran número de frutos silvestres y cultivados, además el zorro no tiene problemas para acercarse a los asentamientos humanos en busca de comida, que le exija poco esfuerzo y es común en basureros y en las inmediaciones de granjas y gallineros.