La leyenda de la mujer cierva

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La leyenda de la mujer cierva



Del castillo en el que vivía desapareció un día una bella princesa a la que, después de mucho tiempo de incansable búsqueda, su familia dio por fallecida. Años más tarde, durante una cacería, su hermano mató una cierva blanca, tan blanca que parecía hecha de nieve. Como el animal resultó muy pesado para llevarlo consigo, optó por cortarle una de las manos como trofeo y regresó al castillo.
Pero al abrir el zurrón, cual no fue su sorpresa al comprobar que dentro de él había una pulida mano, finísima, que goteaba aún sangre caliente y lucía en uno de sus dedos un bonito añillo que había pertenecido a su hermana desaparecida.
Horrorizado y presa del desasosiego, regresó en busca del cuerpo de la cierva y no encontró más que el cadáver de su hermana, al que le faltaba la mano que él mismo había cortado.